Alquilar una vivienda: ¿qué debe incluir un contrato legal?
Tanto si eres propietario como si vas a alquilar una vivienda como inquilino, es fundamental contar con un contrato de arrendamiento legal, completo y bien redactado. Un contrato claro evita malentendidos, protege los derechos de ambas partes y ofrece seguridad jurídica durante todo el periodo de alquiler.
En este artículo te explicamos qué debe incluir un contrato de alquiler para ser válido y qué aspectos debes revisar antes de firmar.
Identificación de las partes
El contrato debe empezar por identificar correctamente a las partes:
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Arrendador/a (propietario): nombre completo, DNI/NIE y dirección.
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Arrendatario/a (inquilino): nombre completo, DNI/NIE y dirección.
Es importante que los datos coincidan exactamente con los documentos oficiales.
Descripción del inmueble
Debe incluir una descripción precisa de la vivienda alquilada:
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Dirección completa (calle, número, piso…).
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Superficie (m2).
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Número de habitaciones y otras dependencias.
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Indicación de si incluye garaje, trastero, mobiliario, electrodomésticos, etc.
Si el piso está amueblado, se puede adjuntar un inventario detallado como anexo al contrato.
Duración del contrato
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la duración mínima del contrato es de 5 años si el arrendador es persona física (7 años si es una empresa), aunque se puede pactar una duración inferior si el inquilino lo desea.
Debe especificarse:
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Fecha de inicio.
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Duración pactada.
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Posibilidad o no de prórrogas.
Renta y forma de pago
El contrato debe detallar:
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Importe mensual de la renta.
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Fecha de pago (por ejemplo, antes del día 5 de cada mes).
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Forma de pago (transferencia bancaria, efectivo, domiciliación…).
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Incrementos anuales (por ejemplo, conforme al IPC u otro índice).
También se debe indicar si están incluidos o no los suministros (agua, luz, gas, internet…).
Fianza y garantías adicionales
Por ley, el inquilino debe entregar una fianza obligatoria equivalente a una mensualidad (en alquileres de vivienda). El contrato debe reflejar:
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Cantidad entregada como fianza.
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Si existe alguna garantía adicional, como depósitos, avales o seguros.
Conservación y reparaciones
El contrato debe especificar quién se hace cargo de las reparaciones. La ley establece que:
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El arrendador se encarga de reparaciones estructurales o por desgaste natural.
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El arrendatario se hace cargo de pequeñas reparaciones por uso cotidiano.
Otras cláusulas recomendables
Aunque no son obligatorias, es recomendable incluir cláusulas como:
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Prohibición o permiso de subarrendar la vivienda.
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Uso exclusivo de la vivienda como residencia habitual.
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Posibles penalizaciones por rescisión anticipada del contrato.
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Protocolo para la devolución de llaves y la resolución del contrato.
Firma y copias
El contrato debe ir firmado por ambas partes, con copia para cada una. Lo ideal es firmar cada página del documento para mayor seguridad y evitar modificaciones posteriores.
Un contrato de alquiler bien redactado es esencial para prevenir conflictos y proteger a propietarios e inquilinos. Si estás a punto de firmar uno y tienes dudas, lo más recomendable es consultar con un abogado especializado en derecho civil o arrendamientos urbanos.
En DC Abogados revisamos y redactamos contratos de alquiler para asegurar que cumplan con la legalidad vigente y reflejen tus intereses. Contáctanos sin compromiso y te ayudaremos a firmar con tranquilidad.