El divorcio no es solo el fin de una relación sentimental, sino también el inicio de una nueva etapa legal y patrimonial. Si estás valorando esta opción o ya has tomado la decisión, conocer tus derechos es esencial para evitar conflictos y proteger tu futuro. En DC Abogados, te explicamos los aspectos clave del divorcio: tipos, proceso, custodia, pensiones y reparto de bienes.
Tipos de divorcio: acuerdo o conflicto
En España existen dos formas principales de tramitar un divorcio: el de mutuo acuerdo y el contencioso. El primero es, sin duda, el más recomendable por su rapidez, menor coste económico y emocional, y porque permite a las partes conservar mayor control sobre las decisiones que les afectan. En este caso, ambas partes presentan conjuntamente una propuesta de convenio regulador que incluye medidas relativas a los hijos, la vivienda, las pensiones y el reparto de bienes. Cuando no existen hijos menores, incluso es posible tramitarlo ante notario.
Por el contrario, el divorcio contencioso se plantea cuando no hay consenso. En estos casos, es un juez quien decide sobre cada uno de los aspectos del conflicto: desde la custodia hasta la liquidación del régimen económico. El proceso contencioso es más largo, costoso y, en muchos casos, más desgastante emocionalmente. Aun así, en ocasiones es la única vía posible cuando no existe disposición a negociar por parte de uno de los cónyuges.
Custodia de hijos menores
En los divorcios con hijos menores, la cuestión de la custodia se convierte en uno de los elementos más relevantes y sensibles. Actualmente, los tribunales tienden a priorizar la custodia compartida siempre que resulte beneficiosa para los menores y ambos progenitores puedan asumirla. Este modelo busca garantizar el derecho de los hijos a relacionarse de manera equilibrada con ambos padres.
No obstante, en determinadas circunstancias, como la existencia de conflicto grave, inestabilidad o falta de implicación de uno de los progenitores, los jueces pueden establecer una custodia monoparental, normalmente acompañada de un régimen de visitas para el otro progenitor. En todo caso, el criterio rector será siempre el interés superior del menor.
Pensiones y obligaciones económicas
En el marco de un divorcio, pueden establecerse dos tipos de pensiones: la pensión de alimentos para los hijos y la pensión compensatoria para el cónyuge que sufra un desequilibrio económico como consecuencia de la ruptura. La pensión de alimentos incluye no solo los gastos básicos, como comida o ropa, sino también los relativos a la educación, vivienda o asistencia médica. Su cuantía se calcula en función de los ingresos y necesidades de ambos progenitores, así como del nivel de vida mantenido durante el matrimonio.
En cuanto a la pensión compensatoria, esta tiene como finalidad evitar que uno de los cónyuges quede en una situación económica significativamente inferior tras el divorcio. No se concede automáticamente: debe acreditarse un desequilibrio real y puede ser temporal o indefinida, dependiendo de las circunstancias del caso.
Reparto de bienes y protección del patrimonio
Otro de los aspectos fundamentales del divorcio es la liquidación del régimen económico matrimonial. En los matrimonios en régimen de gananciales, todo lo adquirido durante la unión se reparte por mitades, salvo que se trate de bienes privativos. En cambio, en el régimen de separación de bienes, cada cónyuge mantiene lo que está a su nombre, lo que facilita el proceso.
Uno de los puntos más delicados es el relativo a la vivienda familiar. En caso de hijos menores, su uso se suele atribuir al progenitor custodio, independientemente de quién figure como propietario. Esta medida tiene como objetivo garantizar la estabilidad de los menores, aunque puede generar situaciones de injusticia patrimonial si no se valora correctamente.
En este sentido, desde DC Abogados recomendamos estudiar cada situación de forma individualizada y anticiparse a posibles conflictos mediante acuerdos claros que eviten litigios futuros. Proteger el patrimonio y asegurar una distribución equitativa requiere de asesoramiento legal especializado, especialmente en casos complejos, como negocios familiares, propiedades en el extranjero o bienes heredados.
La mediación como alternativa
Siempre que sea posible, la mediación familiar puede ser una herramienta útil para alcanzar acuerdos sin necesidad de acudir a juicio. Bajo la guía de un profesional neutral, las partes pueden encontrar soluciones que respondan a sus necesidades reales, evitando así el desgaste emocional y económico de un proceso contencioso. La mediación es especialmente recomendable cuando hay hijos en común, ya que ayuda a preservar una comunicación fluida y responsable entre los progenitores.
El divorcio implica una serie de decisiones legales que condicionarán el futuro personal, familiar y patrimonial de quienes lo afrontan. Por eso, es fundamental contar con un equipo jurídico que acompañe el proceso con rigor, claridad y compromiso. En DC Abogados estamos preparados para ayudarte a gestionar tu divorcio de forma segura, eficiente y con plena protección de tus derechos e intereses.